TEMA 10.
DESCANSO EN EL ESPÍRITU Y OTRAS MANIFESTACIONES CARISMÁTICAS
(27 de Abril
2015)
Otras manifestaciones carismáticas:
Don de visión
Olores Espirituales
Descanso en el Espíritu
Danza en el Espíritu y Risa en el Espíritu
Pedir la Palabra
Don
de visión
Sobre este carisma la Palabra de Dios es muy clara:
“Después de esto yo derramaré mi Espíritu sobre todo mortal y profetizarán
vuestros hijos y vuestras hijas, vuestros ancianos tendrán sueños, y vuestros
jóvenes tendrán visiones”. Joel 3, 1 (ó 2, 28) y Hch 2, 14-21.
En los grupos de oración ocasionalmente algún
hermano experimenta una visión, que en la mayoría de los casos es una imagen
simbólica, estática o con movimiento, y que tiene un significado para el grupo que la recibe. Un ejemplo de
esto fue la visión de Pedro relatada en Hch 10, 11-12.
Otras veces puede ser la visualización de un pasaje
de la vida de una persona por la que se está orando, o llegar a ver la realidad
espiritual que nos rodea, como el caso de personas que ven ángeles postrados en
adoración ante el Sagrario de un templo.
Este carisma puede ser de gran ayuda en algunos
ministerios como sanación y liberación.
Olores
espirituales o Perfume Sobrenatural
Hay grupos que alguna vez han experimentado la
presencia de aromas como por ejemplo la fragancia de rosas que clásicamente se
identifica con la presencia de la Santísima Virgen María. Esta experiencia
puede ser vivida por todos o sólo parte de los presentes. Existen testimonios
de personas que llegan a distinguir diversos olores espirituales en relación al
estado de gracia, o vida de pecado, de aquellos por los que oran.
Descanso
en el Espíritu
Hay países dónde este fenómeno es muy frecuente y hasta
masivo en su manifestación. Consiste básicamente, en que la persona que recibe
la oración experimenta que su cuerpo pierde la capacidad de sostenerse, o que
una fuerza externa le empuja hacia atrás. En cualquier caso la persona cae
cuerpo a tierra y permanece allí por unos instantes en una situación de
conciencia relativa entre lo que sucede en el mundo material a su alrededor (se
da cuenta si le cambian de postura o le hablan) y la experiencia espiritual que
está viviendo, que es muy diversa y casi única en cada persona. Lo importante
es que cuando la persona se levanta siempre tiene una buena noticia que
compartir. Son varios los pasajes bíblicos que muestran que ante la presencia
de Dios las personas caen a tierra: Los hombres que fueron a arrestar a Jesús
al huerto de los olivos (Jn 18, 4-6), los soldados romanos que vigilaban la piedra
del sepulcro de Jesús (Mt 28, 4), San Pablo y sus compañeros a las puertas de
Damasco (Hch 26, 13-14). Y en el Antiguo testamento: Jer 46, 15, Ez 1, 28; 43,
3; Daniel 10, 8-9.
“El Descanso en el Espíritu” es una experiencia
verdadera y proveniente del Espíritu Santo. También es cierto que hay muchos
casos no reales: personas altamente sugestionables y otras que por ignorancia
piensan que hay que “caerse” porque así se recibe al Espíritu o porque lo hacen
los demás.
El carisma se expresa en la persona que ora por
otra, la que cae en “descanso” es la beneficiada por la gracia, de la misma
manera que en una oración de sanación el carisma se expresa en quien realiza la
oración y la persona que recupera la salud es la beneficiaria.
Hay personas que tienen este carisma de manera
indudable pues al orar por otros, con frecuencia se producen descansos, con o
sin imposición de manos.
La imposición de manos es un gesto bíblico de
misericordia para con el hermano que ha pedido oración, pero no es un acto de
autoridad ni nos asegura una oración más eficaz o bendecida. El contacto con la
cabeza o el hombre de la persona que recibe la oración debe ser suave y
respetuoso sin ejercer fuerza sobre la persona.
Danza
en el espíritu y Risa en el Espíritu
En algunas reuniones de oración, muy ocasionalmente
suceden manifestaciones que, con el desarrollo de las comunicaciones, sabemos
que se repiten en diferentes países. La danza es una aptitud y expresión
cultural humana, pero en ocasiones la persona en oración puede experimentar una
fuerza que le impulsa a expresar su gozo espiritual con un movimiento corporal
armonioso.
La Risa en el Espíritu también se ha dado en el
contexto de una oración comunitaria serena, como en una Efusión del Espíritu:
sin mediar bromas o chistes, que pudieran explicar la incontenible risa de
algunas personas, que les lleva a doblarse en el suelo de la misma manera que
un niño se ríe cuando su padre le hace cosquillas de manera insistente. Estas
risas pueden ser carcajadas fuertes y durar varios minutos. La persona siempre
se levanta reconfortada y consciente de que su risa no tuvo una explicación
natural.
Pedir
la Palabra
La expresión “pedir la Palabra” se refiere al hecho
de recibir un mensaje de Dios, normalmente durante la oración comunitaria, con
el método de abrir la Biblia al azar. Esta práctica está muy difundida en la
Renovación, y no es buena o mala.
Durante siglos este método de abrir la Biblia al azar
no se recomendó, dado que se asociaba al deseo de conocer el futuro, utilizando
la Biblia con un uso “mágico”. Sin embargo hay testimonios de varios Santos
como San Agustín y Teresa de Lisieux, que pidieron una palabra de
discernimiento privado de esta manera, en un momento concreto de sus vidas.
Hay grupos de oración que tienen dificultades con
esta práctica pues continuamente les aparecen lecturas que no les edifican o
incluso dejan una cierta incertidumbre. En este caso se pueden utilizar otros
métodos para leer la Palabra de Dios en el grupo.
Lo que se ve con más frecuencia es que muchos grupos
llevan largo tiempo “pidiendo la Palabra” de esta manera, a través de personas
prudentes, y se verifican los frutos positivos para el grupo.
Hay varios métodos posibles: “pedir la Palabra” espontáneamente
en la oración (considerado aquí como un verdadero carisma concedido por el
Espíritu Santo), que uno o varios miembros lleven preparadas lecturas para la
oración, que las lleven los servidores… Todos son válidos, y cada grupo debe
discernir la manera más apropiada de leer la Biblia en su reunión semanal, y no
limitarse a repetir lo que hace otro grupo, o seguir haciendo lo que “siempre
se ha hecho”.
Es de desear que cada hermano lleve su Biblia al
grupo de oración para seguir la lectura que se hace, sin importar el método que
se haya usado para llegar a esa lectura. Hacerse eco de la Palabra, meditarla
en silencio o compartir lo que nos dice, son diferentes formas que tiene el
grupo para escudriñar la voluntad de Dios, y dependerá del número de hermanos y
el orden establecido en cada grupo para su mejor interacción.
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