viernes, 13 de febrero de 2015


TEMA  6. PALABRA DE SABIDURIA
(9 de Febrero 2015)


“Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría” 
(1Cor. 12,8)

Es un carisma que nos proporciona, en un momento dado, los conocimientos necesarios para entender la fe, o dar testimonio del Señor o para solucionar un problema difícil y así realizar el plan de Dios, en el ámbito personal o comunitario. Aquí no se trata de sabiduría humana, fruto del estudio o de la experiencia, sino de un conocimiento sobrenatural que en un momento dado, nos proporciona el Espíritu de la Verdad y que lo hace para crecimiento y renovación de la Iglesia.


1.      Explicación de este carisma:

Es uno de los Carismas orientados al Conocimiento (REVELACIÓN), junto con el carisma de  palabra de ciencia o conocimiento y el discernimiento de los espíritus. Estos carismas los usa el Espíritu Santo para robustecer a su pueblo (la Iglesia), y son especialmente activos en los apóstoles, profetas, pastores, maestros y sacerdotes en la Iglesia.

Este carisma se refiere únicamente a una revelación extraordinaria y sobrenatural recibida de Dios. Procede del Espíritu de Verdad (Santiago 1, 5-8).

Este carisma habitualmente se manifiesta de manera súbita, cuando se requiere para defender la fe, solucionar problemas, dar testimonio, responder a preguntas difíciles y ver el plan de Dios para una persona o comunidad en un momento determinado.

Clarificaciones importantes

·         No se trata aquí de sabiduría humana adquirida por el estudio o la experiencia ni siquiera de la sabiduría espiritual que proviene del conocimiento de la Santa Biblia. No viene por estudio o reflexión sino que es fruto de una estrecha relación con Jesús, a través de la oración (1 Cor 1, 23-24).
·         Esta palabra de sabiduría no se refiere tampoco a la búsqueda en la sabiduría divina que se manifiesta, con mayor o menor medida, en la vida de todo creyente, y que le enseña en todas las circunstancias de su vida a reconocer la Palabra de Dios como única guía y juez.
·         Es falsa la idea de que sólo un hombre muy inteligente pueda recibir el don de la palabra de sabiduría. Parecería más bien que el Espíritu se complace en conceder este don a los más simples y sencillos:
o   José frente al faraón de Egipto
o   Esteban (primer mártir cristiano) frente a los sabios del Sanedrín.
o   Santa Catalina de Siena que tendrá que “orientar” a los Papas en momentos difíciles para la Iglesia.

2.      El carisma de palabra de Sabiduría en la Biblia

En el Antiguo Testamento se podrían citar los ejemplos de José (Génesis 41,25-39), Daniel (Daniel 2,27-45) y Salomón (1 Reyes 3,16-23). Fue por revelación sobrenatural por lo que José y Daniel pudieron interpretar los sueños. Igualmente, el famoso juicio de Salomón a las mujeres que disputaban al niño fruto de una revelación divina.

El carisma de la palabra de sabiduría se manifiesta de modo aun más claro en el ministerio de Cristo. Una vez fue cuando se le preguntó con qué poder hacía tantos milagros (Mateo 21,3-27), y otra cuando se le preguntó respecto al pago de los impuestos (Mateo 22,17).

Igualmente vemos este carisma que se manifiesta en los Hechos de los Apóstoles 6,1-7 y 15,13-29, con uno de los resultados más benéficos. Un ejemplo fascinante nos lo traen los Hechos de los Apóstoles 23,6-7, en donde Pablo es llevado ante el Sanedrín. En algunas palabras consiguió dividir a sus acusadores, los Fariseos y Saduceos y escapa así del Juicio de este tribunal.

Pablo poseía particularmente este carisma y sólo por éste tuvo la revelación del misterio divino concerniente a los Judíos (Romanos 11, 25), a la resurrección de los muertos (1Corintios 15, 51), a la gracia (Efesios 3, 3), al Hijo de Dios (Efesios 3, 4), a la Iglesia (Efesios 5, 32), al Evangelio (Efesios 6, 19), y a la presencia de Cristo en nosotros (Colosenses 1, 26-27)... Sólo gracias a este carisma particular pudo penetrar estas verdades ocultas. Nunca hubiera podido descubrirlas por el estudio o la reflexión o incluso la simple intuición dada por el Espíritu. Pablo recibió la revelación particular de estos misterios como se recibe un regalo; su única parte fue abrirse y tomar nota de todo lo que le fue aportado así de modo sobrenatural.

3.      Utilidad de este carisma

La palabra de sabiduría no tiene lugar solamente en el ministerio de la predicación, sino en primer lugar y sobre todo en la dirección de la Iglesia.

Pueden plantearse cuestiones y problemas que ni siquiera los dirigentes experimentados pueden resolver. Sola una revelación sobrenatural puede aportar una respuesta satisfactoria.

Este carisma que entra en acción será reconocido por todos aquellos que marchan según el Espíritu y reconocen con alegría sus manifestaciones. Cada uno podrá descansar en la seguridad de que la solución aportada proviene realmente de Dios y está de acuerdo con su voluntad perfecta.


“Señor, ayúdame a aplicar mi corazón a la enseñanza y mis oídos a tus palabras de sabiduría” (Proverbios 23,12)

“Con Dios está la sabiduría y el poder; suyo es el consejo y la inteligencia”
(Job 12, 13)

 Nota aclaratoria:

Una palabra inspirada por Dios puede ser clasificada de manera distinta según el contexto y la forma como se haya expresado. En ocasiones la frontera entre lo que es una Palabra de Sabiduría, Conocimiento o Profecía puede ser difícil de precisar. 

La verdad es que lo importante no es clasificar el regalo-carisma de Dios, sino discernir su autenticidad como inspiración del Espíritu Santo y valorar sus frutos, tal como enseña San Pablo: “examínenlo todo y quédense con lo bueno” (1 Tesalonicenses 5, 21).


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